El Camino hacia la Sostenibilidad: Niveles de Madurez Empresarial ASG
- Marco Virueta
- 7 oct
- 3 Min. de lectura
Las sociedades del mundo son cada vez más conscientes de la importancia de la sostenibilidad y de la necesidad urgente de actuar al respecto. Los desastres naturales, tanto grandes como pequeños, son un recordatorio de que, aunque suene trillado, nos estamos acabando el planeta.
Además, la sociedad actual es más exigente y está atenta, en gran medida gracias a las redes sociales, a temas como los derechos humanos, la diversidad y la inclusión, así como a las injusticias, la violencia y la corrupción en empresas y gobiernos.
Frente a este contexto, la mayoría de las empresas están adoptando acciones en materia de sostenibilidad, conscientes de que, para muchos consumidores, elegir productos o servicios de una empresa comprometida con la sociedad y el medio ambiente es un factor decisivo.
Sin embargo, no todas las organizaciones muestran el mismo nivel de compromiso o madurez al incorporar prácticas sostenibles en sus procesos, su cultura y su gobierno corporativo.
Por ello, diversos marcos internacionales han establecido modelos de madurez en sostenibilidad, que permiten diagnosticar el punto en que se encuentra una empresa y guiar su evolución hacia una integración estratégica de los criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza).
A continuación, se presenta una clasificación de cinco niveles de madurez, utilizada por referentes como GRI, WBCSD, PwC, BCG y el Pacto Mundial de la ONU, adaptada al contexto empresarial mexicano.
Nivel 1. Reactivo o de Cumplimiento
Enfoque: Cumplir con requisitos legales o reputacionales mínimos.
Características:
Actúa solo ante presiones externas (clientes, gobierno, crisis, medios).
Cumple con regulaciones ambientales o laborales básicas.
No existe una estrategia ASG formal ni métricas asociadas.
Realiza acciones puntuales (donaciones, reciclaje, voluntariado aislado).
Ejemplo: Empresa que reporta sus residuos únicamente porque la norma lo exige, sin integrar la sostenibilidad en su estrategia de negocio.
Nivel 2. Filantrópico o de Responsabilidad Social
Enfoque: “Hacer el bien” como complemento al negocio.
Características:
Programas de RSE desconectados de la operación.
Comunicación centrada en la imagen corporativa.
No hay indicadores de impacto ni alineación con los ODS.
Se reportan acciones, pero no resultados ni riesgos.
Ejemplo: Campañas de apoyo comunitario o donativos anuales, sin relación con la cadena de valor.
Nivel 3. Estratégico o Integrador
Enfoque: Incorporar la sostenibilidad como parte del modelo de negocio.
Características:
Políticas y objetivos ASG alineados con la estrategia corporativa.
Identificación de temas materiales (doble materialidad).
Reportes GRI o SASB, y primeros pasos hacia ISSB (IFRS S1/S2).
Indicadores de desempeño y estructuras de gobernanza (comités ASG).
Ejemplo: Empresa que mide y gestiona su huella de carbono, la equidad de género y el gobierno corporativo como indicadores estratégicos.
Nivel 4. Transformacional o de Innovación Sostenible
Enfoque: Crear valor compartido a través de la innovación sostenible.
Características:
La sostenibilidad impulsa productos, procesos y modelos de negocio.
Uso de tecnologías verdes y economía circular.
Transparencia y reportes auditados.
Integración de métricas ASG en decisiones financieras y de inversión.
Ejemplo: Empresa que lanza productos circulares o neutros en carbono y vincula bonos verdes a resultados ASG.
Nivel 5. Regenerativo o de Impacto Sistémico
Enfoque: Ser un agente activo en la regeneración del entorno.
Características:
La sostenibilidad se convierte en el propósito organizacional.
Genera impacto positivo neto (nature positive, social positive).
Lidera coaliciones multisectoriales y participa en políticas públicas.
Opera bajo principios de economía regenerativa, ética y transparencia radical.
Ejemplo: Empresas como Patagonia o Interface, que buscan restaurar ecosistemas, fortalecer comunidades y transformar industrias completas.
En resumen
Conocer y aplicar estos niveles de madurez permite a las organizaciones entender dónde están y hacia dónde pueden evolucionar, avanzando hacia una integración más efectiva de la sostenibilidad que genere valor real para la sociedad, el ambiente y el negocio.
¿Y tu empresa? ¿En qué nivel de madurez se encuentra?
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